El nombre de Camila Avella quedará escrito en la historia de Colombia, pues su paso por Miss Universe no solo fue luchado, sino que además marcó un antes y un después en los certámenes de belleza. La modelo casanareña hizo historia en 2023 al convertirse en la primera madre en participar en Miss Universe, después de años de haber sido apartada del Concurso Nacional de Belleza por un supuesto conflicto de intereses.

Tras aquel capítulo, Camila se dedicó a su familia y a su hija Amelia, convencida de que la maternidad sería un impedimento para volver a competir. Sin embargo, con el cambio de reglas, fue elegida Miss Universe Colombia y desde entonces se convirtió en referente de perseverancia y determinación.

En los últimos meses continuó compartiendo con sus seguidores aspectos de su vida personal y profesional, hasta que a principios de julio desapareció de redes sociales. Este 8 de septiembre volvió a publicar, pero su mensaje, lejos de aclarar la situación, dejó más dudas que certezas.

En un extenso comunicado, Avella relató que atravesó uno de los momentos más difíciles de su vida.

“Hace poco pasé por una de las noches más oscuras del alma. Vi de frente la oscuridad, mis miedos, y aquello que para mí era seguro se fracturó en dos. Pero fue en ese mismo momento cuando también descubrí una luz única, una luz que siempre ha estado dentro de mí…”, expresó la exreina.

Con un tono profundamente espiritual, explicó que logró enfrentar sus inseguridades y entregar sus cargas a Dios, hallando paz en la fe. “Comprendí que dar amor también es poner límites, es saber decir ‘no’ cuando algo no me hace bien, es ser coherente entre lo que digo y lo que hago… La paz que tanto buscaba la encontré en Dios”.

Avella reconoció que las pruebas que vivió a las que llamó “desiertos” hicieron parte de un plan divino para fortalecerla.

Aunque no detalló qué situación concreta la llevó a ese límite emocional, sus seguidores no tardaron en especular. En los comentarios de su publicación, la hipótesis de un posible divorcio fue la más repetida, especialmente porque las fotografías y videos de su boda con Nassif Kamle, celebrada el 26 de abril de este año, desaparecieron de su perfil de Instagram.

Ni Camila ni su esposo se han pronunciado directamente al respecto, aunque personas cercanas a la pareja le han enviado mensajes de apoyo.

Lo cierto es que, entre incertidumbre y mensajes de fe, la casanareña vuelve a estar en el foco público. Su testimonio, cargado de vulnerabilidad y espiritualidad, refuerza su imagen de mujer resiliente, mientras sus seguidores esperan una mayor claridad sobre lo que realmente ocurre en su vida personal.